Los pendientes aro bañados en oro son piezas de joyería en forma circular o semicircular que se encuentran cubiertas de una capa de oro. Esta capa no solo les brinda un color dorado y brillo, sino también un toque de sofisticación, además de ayudar a mantener la resistencia del material que se encuentra cubierto.
Los pendientes bañados en oro poseen una gran versatilidad, pudiendo utilizarse en eventos de día como de noche. En la vida diaria suelen aportar un toque de elegancia a cualquier atuendo, siendo adecuados para todo tipo de situaciones, desde de reuniones sociales hasta eventos casuales. Además de esto, debido a su diseño minimalista y clásico, pueden combinarse fácilmente con otros accesorios de colores parecidos adaptándose al estilo personal. En el ámbito de la moda, los diseñadores y las marcas suelen incorporarlos dentro de sus colecciones debido a su adaptabilidad, incluyendo versiones pequeñas, medianas o grandes alineadas con las últimas tendencias. Además de lo anterior, el atractivo comercial de un pendiente bañado en oro se extiende hasta el sector de la joyería personalizada, en donde diversas empresas suelen agregarles pequeños detalles personalizados como grabados o joyas.
Una ventaja de los pendientes de aro bañados en oro es su ligereza. Esta se debe a que estos se encuentran fabricados con materiales que poseen una menor densidad que el oro macizo. Es por esta razón que suelen ser más cómodos de llevar durante horas. Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellas personas que prefieren utilizar pendientes grandes o medianos, ya que pueden disfrutar de ellos sin experimentar incomodidad o cansancio de las orejas por el peso de estos. La segunda ventaja es que estos pendientes tienen una menor susceptibilidad a la oxidación o al empañamiento. Esto es debido a que el baño de oro les confiere protección, por lo cual pueden resistir mejor a la exposición al aire y a la humedad. Por otra parte, debido a la flexibilidad en su fabricación, existe una mayor posibilidad de fabricarlos en diferentes estilos y tamaños. Esto se debe a que su fabricación no está limitada por los costos y la rigidez del oro macizo.
En cuanto a la limpieza de los aros bañados en oro, hay que tener en cuenta que estos, si no se limpian de forma delicada, pueden dañarse. Teniendo esto en cuenta, se limpian mediante una solución de agua tibia y jabón neutro y evitando todo tipo de productos que pudieran contener químicos abrasivos. Los aretes en baño de oro se sumergen en esta solución durante unos minutos, de manera que puedan aflojar la suciedad o aceites acumulados. Posteriormente, si se considera necesario, pueden cepillarse con un cepillo de dientes de cerdas suaves de forma suave, cuidando no rayar la superficie. Al final, estos aretes con baño de oro deben enjugarse y secarse mediante un paño suave y limpio, evitando dejarlos al aire libre. Si se dejan al aire libre mientras están mojados, es posible que se les formen manchas de agua. En el caso de que se desee desinfectar los pendientes, es posible ponerles una solución de alcohol diluido en agua.