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Las juntas para puertas y ventanas es un material que se instala para ofrecer una barrera entre el hueco que hay entre la puerta y el marco o entre la ventana y el marco. De esta manera el frío, calor, ruido, humedad o insectos no entran con tanta facilidad.
Algunos tipos frecuentes de juntas para ventanas y puertas son las juntas de silicona. Estás juntas para puertas de cristal suelen ser autoadhesivas y se colocan en todo el perímetro y se pueden recortar con tijeras o un cúter. Por otro lado están los burletes que son juntas de metal que se instalan en el perímetro con la ayuda de unos tornillos y tacos. Algunas veces van atornilladas en el propio marco. Y habitualmente si van instaladas en la puerta de entrada a una casa, cuentan con un refuerzo extra para evitar robos con patas de cabra. Sin embargo las juntas para puertas de aluminio se instalan para ofrecer un sellado superior contra el polvo o la lluvia. Y en algunas puertas se instalan escobillas para evitar que los insectos entren del pasillo comunitario a dentro de casa.
Las juntas para puertas y las juntas para ventanas de pvc son muy utilizadas por que pueden llegar a crear un espacio libre de humedad en el interior de las casas. Es por ello que muchas casas que llevan un tiempo sin ser atendidas, se desconcha el techo o aparecen humedades. Y es que las juntas para ventanas correderas pueden evitar que los agentes climáticos adversos puedan acelerar la degradación de una casa. De este modo también mejoran la eficiencia energética porque es más fácil mantener la calefacción en invierno y en verano el calor no entra en el interior. Además en algunas zonas el tráfico y el ruido de las personas, puede afectar al sueño de las personas. Sin embargo con las juntas para ventanas de madera se puede paliar este problema.
Una buena instalación es la diferencia entre un buen resultado y un mal resultado. En este sentido lo primero que se debe hacer es medir de manera exacta el lugar donde se van a colocar las juntas para ventanas de aluminio. Es necesario medir el largo, el ancho, el alto y el espacio que se quiere tapar. Muchas veces el espacio no es uniforme, en ese caso existen juntas para puertas en forma de acordeón que se adaptan a los diferentes tamaños. Después es necesario elegir bien el producto. Puesto que no es lo mismo una junta en el interior de un edificio, que en el exterior de una ventana. Las ventanas están en contacto directo con el sol, por lo que las juntas autoadhesivas pueden sufrir el daño del sol y cristalizar o perder agarre. Una vez en el lugar estos productos se pueden modificar y adaptar al lugar. Pero siempre se recomienda ponerlo todo en su sitio para ver si cabe o está bien medido, antes de cortar nada. Acto seguido se limpiará bien la superficie donde se vayan a instalar las juntas para puertas correderas. En algunos casos es necesario desbastar el material si no tiene poro o está recién pintado, para que el adhesivo penetre. Tras el paso del tiempo es necesario verificar el estado de las juntas para garantizar que siguen realizando su acometida.