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Sobre gato hidraulico

El gato hidráulico es una herramienta imprescindible para levantar grandes pesos y vehículos. Es importante saber los diferentes tipos de gatos hidráulicos, sus aplicaciones, características y ventajas para ayudarte a elegir el más adecuado para tus necesidades.

Tipos de gatos hidráulicos

El gato hidráulico de patín es ideal para levantar vehículos ya que su base deslizante les permite posicionarse fácilmente debajo del chasis. Suelen tener capacidades de 1 a 50 toneladas. Los más populares son los de 2 y 3 toneladas para automóviles. El gato hidráulico de botella tiene un diseño compacto con la bomba integrada en la base. Resultan muy cómodos para llevar en el maletero y ocupan poco espacio. Los más ligeros levantan hasta 3 toneladas. También existe el gato mecánico accionado manualmente mediante una palanca. Aunque limitados a 1 tonelada, son prácticos por no necesitar suministro eléctrico.

Usos y aplicaciones de gatos hidráulicos

El gato de patín tiene múltiples aplicaciones en talleres, fábricas y obra civil. Se emplean para elevar vehículos y realizar reparaciones, cambios de neumáticos, trabajos en los bajos del coche, etc. En la industria son útiles para mover y posicionar maquinaria pesada, motores y otros componentes durante el mantenimiento y montaje. En obras se usan para levantar estructuras, vigas de acero y materiales de construcción. El gato hidraulico 3 toneladas es muy popular en este sector.

Los gatos hidráulicos ofrecen importantes ventajas frente a los gatos mecánicos o los elevadores neumáticos, como alta capacidad de carga, precisión en el posicionamiento gracias a su sistema hidráulico, baja altura mínima que permite acceder a espacios reducidos, facilidad para deslizarse bajo los vehículos y seguridad, ya que soportan la carga incluso sin presión hidráulica. Además, los gatos de botella resultan fáciles de transportar y ocupan poco espacio de almacenaje.

¿Cómo utilizar un gato hidráulico?

Para utilizar correctamente un gato hidráulico, es importante seguir estos pasos: primero, colocar el gato en una superficie plana y estable bajo el objeto a levantar, asegurándose de que esté totalmente extendido y con la base nivelada. En el caso de los gatos de botella, se debe conectar la manguera hidráulica de la bomba a la válvula del cilindro. Luego, girar la manivela o accionar la palanca para elevar el pistón hasta que entre en contacto con la carga, levantando lentamente y vigilando que el gato permanezca estable. Una vez elevado, se deben colocar soportes fijos para evitar que el objeto vuelva a caer, y nunca se debe trabajar debajo solo con el gato sosteniendo el peso. Para bajar, se debe abrir lentamente la válvula de descarga de aceite del cilindro hidráulico y supervisar el descenso gradual. Finalmente, cuando no se esté utilizando, se debe guardar el gato hidráulico en un lugar seco y protegerlo del polvo, siguiendo las instrucciones del fabricante sobre lubricación y mantenimiento.