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Una base buena para la cara es un producto de tipo cosmético que se aplica sobre la piel, principalmente del rostro, con el objetivo de unificar su tono, ocultar imperfecciones o de prepararla para el resto del maquillaje. La función principal de esta es crear una superficie uniforme sobre la cual se puedan aplicar productos como el rubor, el iluminador o el polvo compacto.
Una base de maquillaje puede incluir dimeticona, que proporciona una textura suave, y polímeros que ayudan a que el producto se adhiera a la piel. Por otra parte, algunos productos contienen ingredientes hidratantes como ácido hialurónico y extractos de plantas para mejorar la apariencia de la piel. En cuanto a los emulsionantes, estos ayudan a que los ingredientes se mezclen bien, mientras que los conservantes previenen el crecimiento de bacterias en una base para la cara. Finalmente, los pigmentos y colorantes brindan diversos tonos, y los aceites o ceras ayudan a que el producto se aplique de manera uniforme y se mantenga en su lugar.
Las bases de maquillaje tienen diversas funciones. Su propósito principal es igualar el tono de la piel y crear una superficie uniforme en esta. Sin embargo, también puede ayudar a disimular algunos tipos de imperfecciones como manchas por los dilatados o enrojecimientos, proporcionando un acabado homogéneo. Sumado a esto, algunas bases tienen protección solar u otros beneficios dependiendo de su formulación. Es así que otras también pueden ayudar a problemas como el exceso de cebo o a la hidratación. Sumado a esto, la base de maquillaje también actúa como una barrera entre el maquillaje y la piel, protegiéndola durante el día de posibles irritaciones.
La aplicación de las bases para la cara buenas dependerá del tipo de cobertura que se desea y de las herramientas que se tengan disponibles. La forma más común de aplicarla es mediante una esponja de maquillaje húmeda. Mediante esta se aplica la base con pequeños toques sobre la piel hasta difuminarse. La segunda opción es utilizar una brocha específica para base. Con esta se extiende el producto en movimientos circulares hasta que se cubra todo el rostro. Otra opción es aplicarla con los dedos. Esta opción normalmente se utiliza para tapar áreas difíciles de alcanzar, como la comisura de los labios o las esquinas de la nariz. Es importante siempre difuminar la base por completo de forma que no queden grumos o líneas.
La elección de las bases buenas para la cara podría beneficiarse al contemplar la textura que mejor se adapta al comportamiento de la piel, por ejemplo, si es seca, grasa o mixta. La coincidencia del tono con el color natural puede ser un aspecto importante. También es importante considerar cómo se comporta la fórmula en relación con las necesidades de hidratación o control de brillo y si tiene ingredientes que se prefieren evitar. Finalmente, la opción de cobertura que se prefiere, ya sea ligera o total, puede influir en la elección final.