Eficiencia energética: El KLISENS K1000 está diseñado para optimizar el consumo de energía apagando automáticamente el aire acondicionado cuando la habitación está desocupada, por lo que es una solución ideal para los usuarios conscientes del medio ambiente.
Conveniencia: Con su configuración Plug-and-play y control remoto por infrarrojos inalámbrico, los usuarios pueden instalar y controlar fácilmente el sensor sin ningún tipo de molestia, según lo solicitado por un usuario que valora la facilidad de uso.
Duración de la batería de larga duración: el sensor operado por batería tiene una duración mínima de la batería de 2 años, lo que garantiza un funcionamiento continuo sin la necesidad de reemplazos frecuentes.
Política de intercambio libre: KLISENS ofrece una política de intercambio libre para cuestiones de calidad, proporcionando tranquilidad a los clientes que valoran productos confiables.
Conectividad inalámbrica: La tecnología inalámbrica infrarroja permite una comunicación perfecta entre el sensor y el control remoto, lo que garantiza una experiencia sin problemas para los usuarios.